1 de julio de 2005

Lucía

Lucía tiene una novela antigua, unas deportivas de más de un año, un top gris con un escote tacaño, gafas rosas y una mirada ambigua; un aparato dental que amortigua la sonrisa amarga del desengaño, una pulsera azul que le hace daño y otra marrón que el dolor apacigua; unos vaqueros comprados del rastro, una oda de un poeta de Barbastro que igual se acuerda que se olvida de ella; una brisa que acaricia su pelo, una vida con los pies en el suelo, un sol y un mensaje en una botella.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Bonito.

Anónimo dijo...

uy uy uy ..... como se pone esto
la madrina